Primavera en Nueva York

La primavera en Nueva York es una época mágica, donde se pueden encontrar diversos parques llenos de flores y árboles de diferentes colores. Asimismo, la primavera es la época ideal para viajar a Nueva York en familia y disfrutar de las diversas actividades de la ciudad al aire libre.

La temporada cultural no oficial de Nueva York comienza del 9 al 21 de mayo, ideal para descubrir los sitios culturales más emblemáticos de Manhattan, Brooklyn, Queens, el Bronx y Staten Island.

Puedes explorar sus museos, galerías y centros de artes escénicas, así como disfrutar de conciertos, visitas guiadas y mucho más en la ciudad, como The Mall, un Paseo Literario, el Museo de Queens, Hudson Yards, el Anfiteatro de Coney Island y mucho más. Muchos de los planes primaverales en Nueva York están relacionados con la naturaleza. Y no es para menos. Sin duda, el evento más esperado, y lo es por su brevedad, es la floración de los cerezos.

Muchos de ellos llegaron de Japón en 1912 para celebrar la buena amistad con Estados Unidos y se encuentran dispersos por toda la ciudad. Con la llegada del calor, algunos hermosos pétalos rosados ​​se abren en sus ramas, que la brisa arranca al cabo de unos días. El efecto se puede apreciar desde finales de marzo, aunque en algunos puntos puede tardar varias semanas más. El Parque Sakura, en el barrio de Morningside Heights, es el parque donde se concentra la mayoría, pero en Central Park, entre las calles 72 y 96, encontrarás muchos cerezos. Otras visitas obligadas incluyen la Isla Roosevelt, el Parque Flushing Meadows Corona y, por supuesto, el Jardín Botánico de Brooklyn, que alberga su Festival anual Sakura Matsuri.

Dejando a un lado los cerezos, Central Park sigue siendo el centro de la primavera en Nueva York. Además, este año tenemos una excusa más para perdernos en él. Un búho real, cariñosamente apodado Skinny, que se escapó del zoológico de la ciudad en enero, ahora deambula libremente durmiendo durante el día y cazando ratas por la noche. Cambia de ubicación con frecuencia y hay que tener suerte para encontrarlo (o seguir a los expertos observadores de aves), pero quizás no haya una actividad más entretenida.

Perderse por los laberínticos senderos del parque es una actividad que vale la pena hacer en cualquier época del año, pero alquilar un barco en The Lake es más recomendable según la temporada. A partir de abril, por solo unos 20 $ para un grupo de cuatro, se puede remar por el lago del parque y admirar los rascacielos de Manhattan en el horizonte. Si prefieres disfrutar de Central Park desde el aire, el mejor observatorio es la terraza del Museo Metropolitano, que abre desde mediados de abril hasta el otoño. Sus vistas de la ciudad son inmejorables y, cada año, cuenta con una espectacular exposición al aire libre.

Otro parque con muchas atracciones es el Hudson River Park, que recorre toda la orilla del río desde Tribeca hasta el Upper West Side. La reconversión de sus antiguos muelles ha permitido la apertura de parques infantiles, pistas deportivas y mercados gastronómicos, como el que se inaugura esta primavera en el Muelle 57. Todos están conectados por un carril bici y otro para corredores, y es uno de los paseos más concurridos. Manhattan es un verdadero contraste.

Y hablando de gastronomía, no te pierdas los mercados al aire libre que regresan con fuerza en primavera. El más concurrido de todos, Smorgasburg, abre a principios de abril en el Parque Marsha P. Johnson de Williamsburg, ofreciendo un menú variado con impresionantes vistas del horizonte. El Mercado Nocturno del Bronx tiene lugar el último sábado del mes y el Mercado Nocturno de Queens, los sábados hasta la medianoche. No te pierdas los bazares de artesanía y antigüedades como el Gran Bazar de Nueva York, el Mercado de las Pulgas de Brooklyn y la Feria de la Calle Hester.

Con el invierno cerrado, nos quedamos sin pistas de patinaje sobre hielo. Pero hay una alternativa primaveral. Tras el éxito del año pasado, Flipper’s Roller Boogie Palace regresa al Rockefeller Center. Esta pista de patinaje sobre ruedas de los años 70, más pequeña que su predecesora, y con un ambiente disco que invita a bailar, en lugar de patinar. O a ambas cosas a la vez, según las habilidades del jugador. La fiesta empieza en abril. En Bryant Park, la pista de hielo desaparece para redescubrir el césped, donde se puede preparar el picnic perfecto y disfrutar de las numerosas actividades que se realizan en su escenario.

Aunque aún queda mucho para el calor del verano, la primavera es una buena época para ir a la playa. La primera excusa la da el parque de atracciones Luna Park, en Coney Island, que abre sus puertas el 31 de marzo con nuevas atracciones. Se puede llegar fácilmente en metro desde el centro de Manhattan. Pero para la playa de Queens, Rockaway, una buena alternativa es tomar el ferry de Nueva York, con varios itinerarios que conectan todos los distritos a lo largo del East River.

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