Secretos del Upper East Side
El Upper East Side es uno de los mejores barrios de Nueva York. Las residencias son codiciadas por la élite de Manhattan. Las tiendas atraen a turistas de todos los rincones del mundo. La gastronomía es una de las mejores de los cinco distritos. Lo mejor de todo es que el Upper East Side está impregnado de la rica historia de Nueva York. Exploremos algunas historias divertidas del lujoso, escandaloso y peculiar Upper East Side.
Bloomingdales
El Upper East Side está lleno de grandes almacenes de lujo. Uno de los mejores grandes almacenes del Upper East Side es Bloomingdales. Si vas a Bloomingdales hoy, lo más probable es que recibas una icónica bolsa marrón que dice uno de los siguientes: Big Brown Bag, Medium Brown Bag o Small Brown Bag. Estas bolsas son muy codiciadas porque son parte de la historia de Bloomingdales. De hecho, en 1922 Bloomingdales ofreció la primera bolsa de compras de diseño en la historia de Nueva York. En 1922, se les ocurrió la idea de marketing de agradecer a los clientes leales con bolsas especialmente diseñadas. Los habitantes del Upper East Side vieron estas bolsas por la ciudad y de inmediato quisieron una para ellos. Bloomingdales se dio cuenta rápidamente de que se trataba de un fabuloso truco de marketing, ¡y así nació la bolsa de compras de diseño! Entre 1979 y 1993, Bloomingdales encargó a artistas populares que diseñaran sus bolsas, convirtiendo las bolsas en lienzos para algunas de las obras de arte más fabulosas del momento. En cuanto a la bolsa marrón grande por la que Bloomingdales es más conocida, surgió originalmente en 1973 cuando Massimo Vignelli creó el diseño minimalista para artículos domésticos grandes. La bolsa tuvo tanto éxito que pronto dio origen a la bolsa marrón mediana y la bolsa marrón pequeña. Cuando tienes una, tienes la historia en tus manos.
Las orejeras de Elizabeth Taylor
¿Cuántas personas están en tu lista de compras navideñas? Bueno, ¡una vez, Elizabeth Taylor tenía 200 personas en su lista de regalos navideños! Naturalmente, recurrió a otra de las favoritas de las compras del Upper East Side: Bergdorf Goodman. Según la leyenda, entró en el salón de pieles de Bergdorf Goodman y le preguntó si podía hacer un par de orejeras de visón. Uno sólo puede imaginar que el peletero estaba contento de complacer a la estrella del teatro y el cine, pero ciertamente no esperaba lo que vendría después. Elizabeth Taylor dijo: «Bien. Porque necesito 200 pares de orejeras de visón blanco para todos los que están en mi lista de Navidad… y nos vamos a Gstaad en una semana». Siempre con el objetivo de complacer, Bergdorf cumplió con el pedido. Ahora el misterio es quién estaba en la lista de Navidad de Elizabeth Taylor y recibió esas orejeras. El mundo puede que nunca lo sepa.
Colección FRICK
La Colección Frick es una de las colecciones de arte más valoradas del país. Cuando uno entra, es importante recordar que el edificio en sí es arte y una parte importante de la colección. Los orígenes no tan humildes de la Colección Frick comenzaron como la residencia privada de Henry Clay Frick, ex presidente de la Carnegie Steel Company. Era un ávido coleccionista de arte y mandó construir esta casa de forma que pudiera convertirse en museo tras su muerte. Legó su casa y todo su contenido, incluidas las obras de arte de Holbein, Rembrandt, Tiziano y Vermeer, como museo público para todo aquel que estuviera en Nueva York o visitara la ciudad.
Guggenheim
¿Sabías que Manhattan solo tiene un edificio diseñado por el legendario arquitecto Frank Lloyd Wright? Ese edificio es, por supuesto, el Museo Guggenheim. Cuando la asesora de arte Hilla Rebay se puso en contacto con Frank Lloyd Wright en 1943 para pedirle que diseñara este museo, le dio una instrucción: que el museo debería ser diferente a cualquier otro museo del mundo. Sorprendentemente, Wright estaba molesto por tener que diseñar un museo, o cualquier edificio, en Nueva York, que consideraba una ciudad superpoblada y carente de mérito arquitectónico. El diseño original de Wright para el museo era el de un zigurat de la antigua Mesopotamia. Luego le dio la vuelta al zigurat. Muchos artistas no estaban contentos con la forma curva, creyendo que sus pinturas no podían exhibirse adecuadamente en un espacio curvo, pero sería difícil argumentar que el Guggenheim no es un gran éxito hoy en día.
740 Park Avenue
740 Park Avenue tiene un título de fama impresionante. Esta residencia del Upper East Side ha sido el hogar de la mayor cantidad de millonarios de la historia. En 1937, este edificio fue el hogar de John D. Rockefeller Jr., quien construyó el Rockefeller Center. David H Koch (tiene un teatro en el Lincoln Center y un ala en el Museo Americano de Historia Natural que lleva su nombre) vivió aquí. Esta fue la casa de la infancia de Jacqueline Kennedy Onassis. Bernie Madoff puede ser el residente más infame de este edificio. Barbara Streisand solicitó vivir aquí, ¡pero su solicitud fue rechazada! Neil Sedaka y Leonard Blavtnik compartieron su destino. Pero bueno, ¡puedes intentar presentar tu solicitud! Según StreetEasy, hay disponible una unidad de 5 habitaciones en el segundo piso por 28 MILLONES de dólares.
Cooper Hewitt
¿Sabías que el Museo de Diseño Cooper Hewitt fue en su día la residencia privada del magnate del acero Andrew Carnegie? ¡El edificio era su residencia unifamiliar! Los agentes inmobiliarios se habrían reído muchísimo con el anuncio. Hablemos de algunas de las características únicas e innovadoras de la casa. Esta casa de 1902 fue la primera vivienda residencial en contar con un ascensor de pasajeros Otis. También fue la primera residencia privada en contar con una estructura de acero. Algo muy apropiado, ya que Carnegie hizo su fortuna con el acero. La mansión de 64 habitaciones recibía mucha luz natural y contaba con un gran jardín que, hasta el día de hoy, es un espacio verde cerrado que ofrece a los visitantes un oasis de tranquilidad en medio de la bulliciosa ciudad. El edificio fue donado a la organización Smithsonian en 1972 y hoy alberga el Museo de Diseño Cooper Hewitt.
Lo que une a todos los amantes del Upper East Side es que todos quieren sentirse especiales. La mejor manera de hacer que alguien se sienta especial es mostrárselo al mundo.
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