Enoteca Maria, el restaurante donde las cocineras son abuelas
Al visitar Nueva York hay que estar preparado para vivir experiencias que no se consiguen fácilmente en ningún otro lugar. Lo cierto es que la Gran Manzana siempre guarda alguna sorpresa escondida que deja a sus visitantes recuerdos imborrables de la mano de anécdotas sorprendentes para contar por siempre.
Situado en el histórico barrio de St. George, en el distrito de Staten Island, se encuentra un pequeño y acogedor local al que se puede acceder en ferry de forma gratuita y cuyo trayecto no dura más de 25 minutos. Se trata de un restaurante muy especial llamado Enoteca María, y está dedicado a aquellos que quieren disfrutar de comida casera de calidad, como la comida que podían preparar las abuelas en casa. Cada día de la semana, una abuela diferente se encarga de cocinar para los comensales.
El restaurante Enoteca María ha partido de esa idea, convirtiéndose en el primer restaurante que contrata a abuelas reales de todo el mundo como chefs para elaborar las recetas que más les gustan de sus cocinas, aquellas que preparan en sus propios hogares y que representan la cultura del país donde nacieron y crecieron.
El restaurante reúne platos de diferentes cocinas. En total, son más de 30 abuelas las que cocinan platos tradicionales de países como Argelia, América, Argentina, Colombia, República Checa, República Dominicana, Francia, Grecia, Irlanda, Italia, Kazajistán, Corea, México, Filipinas, Polonia, Puerto Rico, Sri Lanka, Siria, Taiwán, Turquía o Venezuela.
Según las cocineras, la idea del restaurante es “trasladar la cultura” con la que está cargado cada plato, a todos los comensales del mundo y así, poder intercambiar preparaciones y sabores diferentes de todas partes del globo.
Gracias a la diversidad cultural, Enoteca María cuenta con una gran variedad de alimentos que incluyen pastas, pizzas, carnes, especias y verduras de diferentes países. La mitad del menú cambia a diario. Siempre se mantiene la mitad italiana, y la otra mitad depende de la abuela que cocine ese día.
El restaurante también ofrece un curso gratuito que dura tres horas y que se llama: “Entrenamiento de la nonne”. Aquí son las propias abuelas las que enseñan sus secretos para lograr un plato tradicional perfecto. De esta manera se puede aprender directamente de las “nonnas”. La única condición es que los asistentes no pueden elegir la nacionalidad del chef. De esta manera, se evita la discriminación y se genera un ambiente de amplitud y solidaridad. Como muchas de las abuelas no tienen suficiente experiencia en la cocina para grandes cantidades de comensales, reciben una formación previa con el fin de garantizar un mejor servicio.
La historia de Enoteca Maria se remonta a 2006, cuando el estadounidense Jody Scaravella, de raíces italianas, decidió abrir un restaurante tras la muerte de su abuela Domenica y la pérdida de su madre, con la idea de preservar la comida tradicional de su familia y llevar esa sensación de hogar y comunidad a la cocina moderna o de vanguardia. Scaravella quería continuar con la cultura culinaria familiar, pero también poder transmitirla a los demás.
Sin experiencia en restauración ni plan de negocio, fue un fracaso del 85 por ciento en los primeros seis meses, según Scaravella. EspañolLuego la gente empezó a acudir en masa al restaurante de 30 mesas del 27 de Hyatt Street, que actualmente abre tres días a la semana, viernes y domingos, siendo el último turno a las 19.30 horas, ya que las abuelas necesitan llegar a casa.
En sus inicios, el restaurante italiano reunía a varias abuelas de distintas regiones de Italia cocinando sus propios menús, pero con el tiempo, acabó reuniendo a abuelas de todo el mundo.
Durante los primeros meses de la pandemia, el restaurante se dedicó exclusivamente a servir comida a trabajadores esenciales los fines de semana, donde las nonnas cocinaban a tiempo parcial. Más tarde, las abuelas acabarían acudiendo al local para elaborar salsas de sus países y venderlas en el propio restaurante. Tras 18 meses cerrado, el restaurante reabrió sus puertas gracias a una remodelación total y con todos sus productos orgánicos.
La acogida del público ha sido tan positiva que el restaurante recibe semanalmente llamadas de Europa y Asia, con clientes que quieren hacer reservas para su visita a Nueva York.
Algunos de los platos recomendados son el pulpo asado casero, las crepes, la sabrosa ternera blanca y su deliciosa tarta de queso.
Sin duda, todo aquel que visite la ciudad de Nueva York no debería dejar de visitar este lugar, ya que además de su exquisita comida, es famoso por su gran servicio y su amable personal. Enoteca Maria ha recibido el premio Bib Gourmand por sus sabrosos platos a un precio justo.
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