Se puede afirmar que, desde los primeros momentos de la llegada de los colonizadores europeos hasta convertirse en una de las 13 colonias originales en América del Norte, Nueva York ha estado constantemente vinculado a la historia de los Estados Unidos.

Desde metrópolis imponentes hasta áreas rurales en el campo, hay muchísimos sitios históricos y culturales forman parte de la historia no sólo de sus habitantes sino también de los lugares y del legado distintivo que posee Nueva York. 

Para aquellos que estén en Nueva York y no los apremie el tiempo, es posible recorrer por carretera una serie de sitios imperdibles en cuatro regiones del estado:

Hudson Valley y el condado de Dutchess : Hudson Valley es una región que fue colonizada por los holandeses en los primeros años del siglo XVII y desempeñó un papel significativo en la guerra franco-indígena y la Revolución Estadounidense. En la actualidad, su atractivo reside en su belleza natural, recursos fértiles y la presencia de artistas, escritores, restaurantes de comida orgánica, productores de vino y turistas en busca de serenidad.

Una de las actividades recomendadas es visitar la histórica Kykuit, la propiedad de la influyente familia Rockefeller donde manejaron su imperio 4 generaciones. Aquí se alberga arte de renombre mundial, arquitectura impresionante y vistas panorámicas del río Hudson y su valle. Es un paseo que vale la pena y que hay que planificar con tiempo, pues son visitas guiadas con pocos cupos.

Otro de los sitios que merece la pena conocer es el Franklin D. Roosevelt National Historic Site ubicado en “Springwood” y es la casa donde pasó toda su vida el único presidente de Estados Unidos electo 4 veces. En este lugar también se encuentra el Museo y Biblioteca Presidencial, bajo la administración de Archivos Nacionales. Los visitantes podrán disfrutar una visita guiada por toda la casa, hacer un recorrido independiente del Museo y de los jardines. Se recomienda calcular un mínimo de dos horas y media para la visita.

Para quienes estén en búsqueda de una experiencia culinaria única, se sugiere disfrutar de Peekamoose Restaurant & Tap Room en Big Indian, una casa de campo renovada que ofrece deliciosos ingredientes locales de las granjas cercanas. Después de la cena, los niños pueden disfrutar de asar malvaviscos alrededor de una fogata. 

Cruzando el río Hudson a través del Puente Rip Van Winkle se encuentra Albany. Fundada a principios del siglo XVII, Albany ha evolucionado en una ciudad próspera con una variada presencia de empresas de alta tecnología y un centro dinámico.

Aquí existen varios sitios que vale la pena incluir en el itinerario de todo viajero:  uno de ellos es la visita del elegante edificio del Capitolio Estatal de Nueva York, un Monumento Histórico Nacional construido a mano en 1899. En él se ofrecen recorridos guiados y gratuitos. 

Para continuar con la jornada, una opción es hacer una parada en New World Bistro Bar, que ofrece un menú orgánico con ingredientes frescos provenientes de granjas locales, panaderías, fábricas de queso y más. Además, la hamburguesa de este lugar ha sido calificada por el New York Beef Council como la “mejor hamburguesa en la región de la capital”. 

Siguiendo con la recomendación de sitios originales, merece la pena conocer Syracuse. Aquí los visitantes pueden conocer el Erie Canal Museum, un espacio dedicado al canal que desempeñó un papel fundamental en la transformación de la economía temprana de Estados Unidos. El museo está ubicado en el Weighlock Building, construido en 1850, y es el último de su tipo en todo el país. s, formando parte del Registro Nacional de Lugares Históricos. A continuación, se puede visitar el Harriet Tubman Visitor Center, que documenta la vida de la destacada activista contra la esclavitud, situado en el Harriet Tubman National Historical Park.

A orillas del lago Cayuga, también se puede encontrar el Women’s Rights National Historical Park, donde en 1848 se llevó a cabo la primera convención por los derechos de las mujeres, marcando el inicio del movimiento por los derechos de la mujer. 

La siguiente parada es The Strong Museum of Play en Rochester, una atracción dedicada por completo a la historia de los juegos, juguetes y entretenimiento. Aquí se encuentra el primer juego de Monopoly, cómics antiguos, videojuegos, juguetes nostálgicos para bebés y mucho más.

Para finalizar y para aquellos que cuenten con disponibilidad de tiempo, pueden optar por la ruta panorámica bordeando el lago Ontario y dirigirse hacia el sur, en dirección a Buffalo. A menudo pasada por alto, esta es la segunda ciudad más grande de Nueva York, que ha estado experimentando un renacimiento y transformación realmente impresionante.  Los visitantes tienen la oportunidad de explorar el Martin House Complex, la residencia más grande diseñada por Frank Lloyd Wright, en todo su esplendor renovado. También pueden disfrutar de actividades como escalada y degustación de cervezas artesanales entre las ruinas de antiguas granjas de cereales en RiverWorks, así como asistir a espectáculos en vivo en cines, iglesias y clubes sociales históricos restaurados.

Para pasar la noche, el nuevo Hotel Henry, con sus torres tipo castillo y una impresionante fachada de piedra, ofrece una experiencia intrigante. Este hotel de 88 habitaciones se encuentra en un Monumento Histórico Nacional que antiguamente era un hospital psiquiátrico. 

Además, una de las maravillas naturales más impresionantes del mundo, las Cataratas del Niágara, se encuentra a menos de 30 minutos de distancia.  Sin lugar a dudas, un sitio imperdible.